La vida es aprendizaje y no importa la edad que se tenga porque siempre aprenderemos algo nuevo.
Los pequeños aprenden a explorar el nuevo mundo mediante el descubrimiento o por medio de la imitación. En una etapa algo más avanzada, la mayoría de las veces aprendemos por la propia experiencia, quizá la mejor forma de aprender. El acierto o la equivocación forman parte de nuestro aprendizaje. Otras veces aprendemos por que otras personas comparten lo que conocen o lo que saben hacer, por tanto nos transmiten conocimiento. A veces incluso recordaremos cosas que ya sabíamos, pero vistas con una nueva mentalidad descubriremos otro potencial a lo ya aprendido, por tanto nuevas formas de adquirir habilidades, destrezas y competencias.
El aprendizaje siempre es positivo. Como decía al comienzo de párrafo, la vida es aprendizaje. Aprendemos aprendiendo, un lío de palabras que expresa que el aprendizaje es continuado a lo largo de nuestra vida, un proceso evolutivo de experiencias vitales con diferentes etapas.
Vivimos en sociedad y por tanto aprendemos en comunidad. Las personas son clave en nuestro aprendizaje.
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